Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

lunes, 20 de abril de 2009

Promover es más que informar

Este texto aparecerá publicado en Síntesis, periódico de Puebla, Tlaxcala e Hidalgo en la semana que va del 20 al 24 de abril de 2009.

La semana pasada de entre más de 1500 niños de Tlaxcala fue elegida la difusora de derechos de los niños del Estado.

Se hicieron elecciones regionales entre los niños. Pequeños y pequeñas vivieron un proceso democrático que culminó estatalmente el jueves 16 con un debate y votación en casillas, con listas nominales y toda la estructura que les proporcionó el instituto electoral de su Estado.

Pensé en lo lejos que estamos de los tiempos en los cuales fui niño y en los que no oímos hablar de que había derechos infantiles, ni que debíamos participar en las localidades en que vivimos, ni que nuestras familias nos deberían dan un ambiente para un crecimiento integral. Nuestro mundo era de adultos.

Ver a niños manejando información sobre sus derechos me pareció alentador. Pienso que falta mucho para que impere una cultura en pro de los derechos humanos.

La violencia intrafamiliar es alarmante, las decisiones en los niveles de gobierno siguen siendo en gran medida autoritarias, la apatía política cunde, las instituciones en general cometen atropellos hacia los ciudadanos: la lista es interminable. En mucho pareciera que el mismo estado que difunde esta información termina conculcando muchas de nuestras posibilidades de ser humanos, porque prioriza al mercado, al poder, a sus propias instituciones.

Promover los derechos humanos, comenzando por los infantiles, es mucho más que dar información sobre ellos. Se requieren acciones que nos hagan vivir desde ya de una forma más humana, valga la redundancia.

Las organizaciones de la sociedad civil están haciendo un fuerte trabajo. No es suficiente. Pongo como ejemplo a las escuelas:

Creo que las instituciones educativas no están haciendo todo lo que les toca, porque si bien informan de estos temas a sus alumnos, realizan su práctica pedagógica en formas realmente contradictorias: estudiantes y profesores, en general, no tienen voz real en ningún tipo de toma de decisiones, no existen organismos colegiados que representen los intereses de todos los involucrados, las reglamentaciones suelen ser casi decorativas. Para que su discurso sea creíble es necesario que se estructuren para vivir conforme a eso que pregonan. Podría decirse lo mismo de la familia, incluso de las empresas, que hoy dicen articularse en torno a su capital humano.

Hemos caminado dando información, pero falta mucho por hacer a fin de movernos en pro de un México más conforme a los derechos humanos. ¿Cómo reinventar las formas en que convivimos para que no existamos en la esquizofrenia de decir unas cosas y actuar de manera divorciada?

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